Jesús añadió: "Cierto hombre tenía dos hijos; 12y el menor de
ellos le dijo al padre: 'Padre, dame la parte de la hacienda que me corresponde.' Y él les repartió sus bienes. 13No muchos días después, el hijo menor, juntándolo todo, partió a un país lejano, y allí malgastó su hacienda viviendo perdidamente.
14Cuando lo había gastado todo, vino una gran hambre en aquel país, y comenzó a pasar necesidad. 15Entonces fue y se acercó a uno de los ciudadanos de aquel país, y él lo mandó a sus campos a apacentar cerdos. 16Y deseaba llenarse el estómago de las algarrobas que comían los cerdos, pero nadie le daba nada.17Entonces, volviendo en sí, dijo: '¡Cuántos de los trabajadores de mi padre tienen pan de sobra, pero yo aquí perezco de hambre! 18Me levantaré e iré a mi padre, y le diré: "Padre, he pecado contra el cielo y ante ti; 19ya no soy digno de ser llamado hijo tuyo; hazme como uno de tus trabajadores."'"
20"Levantándose, fue a su padre. Cuando todavía estaba lejos, su padre lo vio y sintió compasión por él, y corrió, se echó sobre su cuello y lo besó. 21Y el hijo le dijo: 'Padre, he pecado contra el cielo y ante ti; ya no soy digno de ser llamado hijo tuyo.' 22Pero el padre dijo a sus siervos: 'Pronto; traigan la mejor ropa y vístanlo; pónganle un anillo en su mano y sandalias en los pies. 23Traigan el becerro engordado, mátenlo, y comamos y regocijémonos; 24porque este hijo mío estaba muerto y ha vuelto a la vida; estaba perdido y ha sido hallado.' Y comenzaron a regocijarse.
25"Su hijo mayor estaba en el campo, y cuando vino y se acercó a la casa, oyó música y danzas. 26Llamando a uno de los criados, le preguntó qué era todo aquello. 27Y él le dijo: 'Tu hermano ha venido, y tu padre ha matado el becerro engordado, porque lo ha recibido sano y salvo.'
28Entonces él se enojó y no quería entrar. Salió su padre y le rogaba que entrara.29Pero él le dijo al padre: 'Mira, por tantos años te he servido y nunca he desobedecido ninguna orden tuya, y sin embargo, nunca me has dado un cabrito para regocijarme con mis amigos; 30pero cuando vino este hijo tuyo, que ha consumido tus bienes con rameras, mataste para él el becerro engordado.' 31Y su padre le dijo: 'Hijo mío, tú siempre has estado conmigo, y todo lo mío es tuyo. 32Pero era necesario hacer fiesta y regocijarnos, porque éste, tu hermano, estaba muerto y ha vuelto a la vida; estaba perdido y ha sido hallado.'"
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